Ayer fui muy tarde a realizar algunas compras. Las cajas estaba cerradas; solo había una en operación. La fila se trazaba larga y la posición que venía a ocupar era trás una señora de grandes dimensiones. Ante el "inmenso" panorama me venían a la cabeza un sin número de burlas y mofas a la seniora, ya fuera por su tamaño, atuendo o lo que llebaba en el carrito... sin embargo no le dije nada, aunque lo pensé todo.
La cosa es que en cuanto vió que cargaba tres cosas me cedió su lugar.
Mierda.
A que se debe esa bondad inata? si supiera las tonterías que recurrían a la cabeza... me removió.
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dice Susana Tamaro, a través de uno de sus personajes, que hoy en dia no se puede decir un "te amo" sino un "te necesito"
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