Ayer me encontre con un morro que participó en unos camps que organizamos en el 2002. Me contó su afición actual que consiste en coleccionar tapetes, si, así tapetes de los traen el logo de las empresas, restaurantes, oficinas, etc, etc y que suelen tenerlas en la entrada de su negocio. La cosa es que platicando me hizo gracia. me recordó una colección similar de placas y señalamientos viales que sólía tener con mis hermanos. Y como es lógico en la conversación salieron tapetes chidos que valdría la pena "adquirir". Lo sorprendente fue la velocidad de reacción. inmediatamente salió junto con otro amigo a "adquirir" un nuevo tapete para su colección.
La verdad sea dicha, me preocupó la situación. Primero por no haberles cortado la inspiración y luego por el riesgo que siempre implica este tipo de "operaciones"... a la media hora llego no con uno, sino con cuatro tapetes. No logro distinguir si la preocupación fue por que me está llegando la madurez o por mi "complicidad" en el hecho. De ser la segunda opción no me preocuparía tanto como la primera.