Monday, June 26, 2006

Chicharras

La noche era densa y obscura. El calor y la humedad pesaban de forma física. Encontrábame en un pequeño mirador en el ala oeste del complejo, tal parecería que era el único sitio en el que corría el aire. Desde el mirador se podía ver el reflejo de la escasa luz que arrojaban los ventisqueros cuyas rocas se erguían frente a donde me encontraba. Hacia abajo, las incomesurables cañadas que se ocultaban bajo la oscuridad de la noche. Y ahí se encontraban ellas. No sabría decir exactamente en dónde, pero estaban ahí. Cientos de miles de chicharras profiriendo su clásico zumbido que en unas ocasiones hacía recordar “immigrant song” de led zeppelín y en otras amenazaban con aturdir los oídos y llevar a la locura. Sonido estremecedor que lanzaban cada una desde su sito, quizá reprochando la reciente matanza, clamando como un ejército, chillando todas al unísono a manera de respuesta violenta…

… totalmente mondoli wana be

2 comments:

a.o. said...

Súbitamente, como un relámpago, la primer chicharra, la mártir chicharra, subió al cielo en un desplante de valentía y audacia. Atravesó los cúmulos y los cirros, y llegó hasta el espacio. La chicharra falleció por asfixia, pero su muerte no resultó en vano. Las otras chicharras, las cobardes chicharras, presenciaron el hecho y recibieron el cuerpo muerto de la chicharra como a un héroe. Lo devoraron cual perro moribundo y comenzaron la "danza pro Euclides". Al cabo de unos minutos, me asomé a las cañerías y me topé con el episodio de Almagro: un millón y dos chicharras, furiosas, se decidieron de verdad a perpetuar lo ya iniciado: el fin del mundo y de las cañerías malvadas.

robespierre said...

a manera de exordio, me gustaría mencionar que esto realmente acaeció en una especie de paroxismo.

Sincope más detalles pues estos los podría dar el Dr. Medrew.