A media tarde se desató un viento voraginoso. El cielo comenzó a caer en millones de gotas con gran fuerza y en trayectoria casi horizontal. Una tormenta completa y en forma. El ápice de la tormenta no tardó en llegar, pero tomó su tiempo para partir. Sorprendente el poder y la furia de la naturaleza. El vaivén., la fortaleza y la furia del viento interpelaron a todo espectador. Todo un espectáculo ofrecido por la naturaleza sin costo alguno.
PD: saludos a la gente de Uruguay.
PD: saludos a la gente de Uruguay.
1 comment:
Yo estaba en el cerro del Mirador a punto de tirarme en papalote. No me importó y me lanzé. Desperte en el hospital de mi gran sueño. . . . hospital psiquiátrico por imaginarme las cosas en exceso.
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