Wednesday, September 26, 2007

Cuando la vida te saluda con el dedo medio de la mano

Hay el típico día en que todo, absolutamente todo, te sale mal. Creo no se necesita más explicación al respecto, todos hemos tenido un día así. La cuestión radica en que de pronto este día se convierte en una feroz racha. Creo de ahí viene la frase: “estar en tus días” ...será?

No importa a que hora pongas el despertador, no llegarás a tiempo. No importa con cuanta cautela te rasures, invariablemente te cortarás. No importa que tan temprano llegues a trabajar, ahí estará tu jefe. No importa que digas… te equivocarás. No importa que tanto empeño pongas, las cosas no van a salir.

Ahora bien, no todo es negativo. Claro, te puedes esforzar por romper y escapar de esas negruzcas fauces que buscan devorarte. Si!, pon empeño!!, esfuérzate al máximo!!!, concéntrate!!!!, busca hacerlo todo con perfección!!!!! ... y entonces las cosas estarán perfectamente mal hechas.

Cuando esto ocurre no queda más que sonreír idiotamente y saludar a la vida de la misma manera: cerrando fuerte el puño y extendiendo el dedo medio.

Una sonrisa idiota y un saludo normal para ustedes.

5 comments:

Pedro Barbosa said...

jaja te devuelvo la sonrisa tetuina y unos hombros levantados asi como diciendo "ni peedos"

Feripalípula said...

jajaja!!!!! Me imagino ese dedote apuntando...tan serio el hombre!!! Perfectamente serio....hasta que no aguanta mas....y se ríe!

Hoy salgo con barba! :))))))

E said...

Hay un dicho en mi tierra para estos casos: "como vaca contra el chilchi", es decir, aguantando estoicamente todo. Yo prefiero la terapia del putazo, una ducha fria y a seguir con otro martes de miercoles, pues cuando la vida te da una patada en el traste, hay que preparse para el segundo puntapie.
Saludos y aguante.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) said...

Le mando toda mi energía positiva y besos sonrientes desde mi cabaretito

alfonso said...

Nada puede ser más gráfico...y universal.
Lástima, venimos de fábrica con solo dos dedos útiles para eso. Yo, cuando lo intento con los dedos de los pies, no tengo éxito.