Pues nada, que estoy en mi trabajo y estoy hasta la madre de lo que esta sucediendo. Mi compañera que es de lo más inoportuno, acaba de llegar... tan bien que iba la mañana. Como es habitual desde que llego no ha dejado de hablar, hablar, hablar, hablar, hablar, hablar… preguntas y comentarios de lo más molestos. Por si fuera poco es la tercera semana consecutiva que se trabaja en la remodelación de la oficina, y la segunda de martilleo constante sobre mi cabeza. De continuo (sobre todo cuando comienzan a caer las piedrillas) hay que estar alerta por si se llega a desprender una piedra mayor. Jamás imagine que el equipo de seguridad del que proveí al personal llegaría a ser necesario dentro de la oficina. Mi único consuelo es que dentro de 12 minutos aproximadamente tendremos una tregua, al menos mientras los albañiles comen.
Bueno después de esta breve sentada en el sillón del psicólogo, a seguir trabajando.
Mi trabajo es maravilloso, luego les contaré, solo que hoy no se han dado las cosas.
1 comment:
wow... esto de escribir si que tiene rapidas consecuencias. Ahora me siento más tranquilo. A demás... no se si por casualidad, o por misericordia divina, mi compañera acaba de salir y no vuleve hasta despues de comer.
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